Nueva goleada recibida por los juveniles del C.D. Miajadas, esta vez ante otro rival directo como es el Moralo, al cual hubiéramos superado en la clasificación de haberles ganado. En fin, que vamos en caída libre y esto no hay quien lo pare, o al menos eso es lo que parece. Para colmo de males, si miramos la clasificación, ahora mismo estamos virtualmente salvados, pero eso es un engaño, pues nos encontramos 3 puntos por encima de La Estrella, que ahora marca el descenso, pero hay que tener en cuenta que el equipo de Los Santos de Maimona tiene 2 partidos aplazados que debe jugar. Uno de ellos es contra el Cerro de Reyes, que a priori el favorito para ganar ese encuentro es el equipo pacense, pero el otro es contra Díter Zafra, localidad vecina a Los Santos de Maimona y que además tiene la permanencia asegurada. Mucho me temo, y es una opinión personal, pero apostaría que ese partido lo gana La Estrella. Esto dejaría al Miajadas y a La Estrella empatados a puntos, con el gol average a favor de los miajadeños, lo cual obligaría a conseguir los mismos puntos que el equipo santeño de aquí a final de temporada.
El calendario no es fácil para nosotros, pues tenemos que enfrentarnos a Mérida, Diocesano y Atlético San José que están en la parte alta de la tabla, y de la parte baja a dos equipos que tienen difícil su permanencia como son Don Bosco y Nueva Ciudad.
Para La Estrella tampoco es fácil, pero si se llegara al caso hipotético de que ambos equipos pierden sus encuentros contra los equipos de arriba, y vencen a los de abajo (eso está por ver), se llegaría a la última jornada con La Estrella por delante en la clasificación, el Miajadas obligado a ganar al Nueva Cuidad en el Estadio Municipal, pero con la circunstancia que La Estrella se enfrentaría a otro equipo de un pueblo vecino, el Villafranca, que estaría salvado, ¿adivinan ustedes quién ganaría ese encuentro?, yo lo tengo claro.
En fin, todo esto son hipótesis, y los únicos culpables de la situación en la que nos encontramos somos nosotros mismos. Los “malos rollos” de nuestros “galácticos” en el vestuario han podido más que las ganas de jugar al fútbol, y aunque antes no me daba cuenta, ahora veo que esto no es nuevo, sino que ya empezó en la segunda vuelta de la temporada pasada; más de un año, y la inmadurez de los jugadores no ha permitido que se arreglen esas diferencias.
Bueno, vamos al encuentro del sábado ante el Moralo que debería haber sido el único tema importante de esta crónica.
La tarde de sábado se despejó para ver el encuentro entre dos de los cuatro equipos de la provincia de Cáceres que militan en la categoría Nacional del fútbol español. El terreno de juego impecable, de césped artificial.
Los números de la tabla superior lo dicen todo, cero remates a puerta del Miajadas por once del Moralo. Vamos que sin rematar a puerta, ¿cómo vamos a conseguir marcar ni un solo gol? (quizás el Arsenal pueda, pero nosotros estamos a años luz de ese nivel).
Y ojo, que no digo yo que fuera por falta de ganas, que yo vi a algunos jugadores correr, sobre todo en la segunda parte, pero quizás tengan razón algunos de ellos cuando dijeron que el problema no era de correr más o menos, sino se saber jugar al fútbol o no saber, y en este equipo hay muchos que no saben ni a que salen al terreno de juego.
Si pudiéramos contabilizar la posesión del balón, podríamos decir que fue bastante pareja, incluso hubo fases en que fue superior para el Miajadas, pero de que te sirve tener el balón si no sabes lo que hay que hacer con él. La falta de ideas es estrepitosa, no hay profundidad en el equipo, y si por casualidad en alguna ocasión nos acercamos al área rival, no hay tranquilidad para definir.
En cambio, el Moralo en este caso, tuvo mucha más profundidad, y rápidamente montaba el ataque. Es justo decir que tres de los goles fueron de falta directa, pero también es justo decir que dispararon a puerta seis veces más a parte de los goles.
El primer gol llegó en una falta que saca Mario buscando un rematador; Pablo se adelanta a los defensas miajadeños, pero no llega a conectar con el esférico, que bota en el área y se cuela en la portería sin oposición. Era el minuto 10.
En el saque de centro, el balón llega a Yoni que lo pierde presionado por cuatro jugadores locales, que montan un ataque con rapidez y habilitan a Mario entre los centrales que se planta ante Ñoño y le bate consiguiendo el 2-0 en el minuto 11.
Tres minutos más tarde, Carlos se planta por su banda derecha y consigue combinar con José Antonio que remata a bocajarro para permitir una buena parada de Ñoño.
En el minuto 22, Serafín gana la espalda de los defensas y cuando estaba solo para rematar ante el marco visitante, fue derribado por Miguel, que debió ser expulsado, pero el árbitro sólo le mostró tarjeta amarilla.
La falta fue al borde del área, y en ésta ocasión el lanzador fue Ayuso, que lanzó por el palo del portero sin que Ñoño consiguiera detener el balón. 23 minutos y 3-0, esto ya lo hemos vivido más veces esta temporada.
Pero aún quedaba el cuarto, que fue en el minuto 42 y, ¿adivinan cómo?, pues sí, también de falta directa, y también por el palo defendido por el portero, pero esta vez el balón estaba más escorado a la derecha, y lo lanzó Pablo.
No me he olvidado de las aproximaciones del equipo Miajadeño, lo que pasa es que no hubo ninguna.
