martes, 5 de abril de 2011

¡Desastre!

Tremendo desastre el ocurrido esta tarde de sábado en el nuevo campo de césped artificial del Emérita Augusta en la capital autonómica.

Fantástica tarde casi primaveral, ideal para la práctica del fútbol, para quien sea capaz de practicarlo claro.

No hubo color entre un equipo, el emeritense que puso orden, ganas, velocidad y fuerza en todas sus acciones, y otro equipo, el miajadeño que no dio sensación de comparecer al partido de esta vigesimotercera jornada.

Decepcionados con el equipo se quedaron los pocos aficionados que semana tras semana apartan buena parte de su tiempo para apoyarnos en nuestros partidos, y no tengo palabras para excusarnos por el bochorno que seguro les hemos hecho pasar esta tarde.

El motivo de este partido tan malísimo, no lo sé, aunque tengo que decir que en mi opinión la falta por motivos laborales del entrenador Kiko Garrido pudo tener algo que ver, porque la figura del entrenador provoca un respeto y una tensión en los jugadores, que no logra infundir en ellos un servidor, y ante la total falta de profesionalidad por parte de los chicos, y el poco respeto que siento que me tienen, pues llega la hora de jugar el partido, y cada uno hace lo que le parece, y el equipo se rompe y se convierte en una banda de once muchachos que juegan al balón, cada uno por su cuenta,claro está. Bueno, al menos esa es la sensación que me da a mí. No quisiera ni pensar la decepción que debe tener Kiko tras enterarse de este resultado. Yo por la parte que me toca, quisiera pedir disculpas a nuestros seguidores, y sobre todo al míster.

En fin, creo que lo mejor de este partido es que sea olvidado lo antes posible, y como podrán imaginar ustedes, hoy no tengo cuerpo como para enrollarme en exceso.

El partido del Emérita fue un baño literal a los miajadeños. Entre los defensas y los centrocampistas miajadeños se creó un espacio tremendo que los emeritenses supieron aprovechar para dominar todo el partido. Pero la “lata” no se abre hasta que los miajadeños no realizan uno de los regalos que acostumbramos a hacer, así en el minuto 10 el Miajadas por banda derecha recula hasta que llega el balón a Miguel que jugaba de lateral y en su despeje le llega el extremo que se hace con el balón y se va como un rayo hacia la portería visitante y se la pone a Pedro para que remate consiguiendo el primer gol.

El segundo podría haber llegado en cualquiera de los dos disparos que se estrellaron en los postes de la portería defendida por Ñoño, pero no fue así. Llegaría en un penalti cometido por Jaime que en una falta que sacan los locales, acude al rechace, con tan mala fortuna que resbala y toca el balón con la mano; el colegiado no lo dudó, y marcó el punto fatídico. El penalti lo transformaría José en el minuto 27.

Los locales no se relajaron ni un minuto, y siguieron empujando hacia atrás a los miajadeños, que no eran capaces de contener a los emeritenses que realizaban un fútbol magnífico y triangulaban con velocidad hasta que encontraban el hueco, y en uno de éstos, Álvaro es habilitado entre los centrales para conseguir el tercero en el minuto 34.

En el último minuto de la primera parte sería Juan Carlos quien abriría su cuenta personal plantándose sólo ante Ñoño y batiendo a éste.

La segunda parte fue exactamente igual que la primera, con un matiz, ahora los chicos del Miajadas empezaron a correr, pero sin orden ni sentido, descolocándose contínuamente, circunstancia que el Emérita aprovechó para marcar goles de todas las facturas. El quinto fue en un penalti cometido por Ñoño, y transformado por Juan Carlos en el minuto 65.

El resto llegaron a la contra, sin que los jugadores fueran capaces de cometer ni siquiera falta para cortar esos contraataques.

Bueno, que no voy a continuar con este mal trago, porque lo único que me queda por decir es que el Emérita Augusta realizó un partidazo, y nosotros fuimos como un muñeco en sus manos.

No sé dónde nos llevará esta derrota, pero como no vayamos por la vida con más humildad, nos quedan muchos palos por recibir, porque aunque ustedes no lo crean, seguimos pensando que somos unos jugadores maravillosos, lo que pasa es que tenemos mala suerte. !Venga ya¡, vamos a quitarnos la venda de los ojos y vamos a ser humildes por una vez, vamos a respetar a los demás, y a lo mejor, si trabajamos más y en equipo podremos al menos no hacer el ridículo como hemos echo esta tarde.

El próximo partido será en Miajadas, ante el Díter Zafra. ¡Que Dios nos coja confesados!

Julián Palacios Fernández

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